La mecánica del coche es un aspecto muy complejo, pero determinante para conocer el alcance de las prestaciones de nuestro vehículo. Además, es muy importante que la conozcamos en profundidad para saber cómo mantenerlo y evitar cualquier avería. Desde M.Conde Ocasión haremos un repaso por la mecánica del coche general para que estés al tanto de cuales son las piezas fundamentales a las que debes prestar atención.
Mecánica del coche: Piezas
Lo primero que debes de tener claro es cuál es el tipo de vehículo que tienes. No es lo mismo la mecánica de un coche de combustión, que la de un coche híbrido o eléctrico. Los modelos de bajas emisiones están compuestos por un menor número de piezas, al contrario de lo que ocurre con los vehículos de diésel o gasolina, que cuentan con más elementos en su mecánica. Hay algunas de sus piezas que tienen una gran relevancia para su funcionamiento y, a continuación, te las detallamos para que las tengas presentes en el momento de hacer el mantenimiento de tu coche.
Pastillas y discos de freno
Por otro lado, los frenos del coche están compuestos por dos piezas esenciales a las que debes prestarle bastante atención. Se trata de las pastillas y discos de freno. La primera de ellas están colocadas dentro de las pinzas de freno y están fabricadas para proporcionar la fricción necesaria y, que al accionar el pedal, nuestro coche se detenga. En este caso, el cambio de las pastillas de freno está directamente relacionado con el modo de conducir tu vehículo, pero los expertos recomiendan que se cambie a los 60.000 km recorridos y los neumáticos traseros es a los 120.000 km.
En cuanto a los discos de freno, esta pieza está elaborada con metal, por lo que no suelen desgastarse fácilmente, pero su deterioro depende del uso que se le da al freno. Será necesario cambiarlo si ves algún rayón, rotura, fisura en el disco o si notas que el grosor ha disminuido. Una de las tazones por las que es importante revisar estas piezas es para evitar problemas en la conducción, como que se produzca el temido efecto fading.
Motor de arranque
El motor de arranque es el responsable de iniciar el proceso de encendido del motor, por lo que sin ella, el coche no se pondría en marcha. Está compuesta por una bobina, una correa, un volante de inercia y un motor eléctrico. Esta última parte es la encargada de generar la energía necesaria para iniciar el motor. Esta energía es generada por la batería del coche. Es importante destacar que el motor de arranque es una pieza que requiere un mantenimiento periódico. Esto es debido a que es una parte muy sensible al desgaste y, por lo tanto, es necesario realizar revisiones para evitar una avería en ella. Un fallo en el también puede indicarte que la batería está descargada en el coche.
Embrague
El embrague del coche es otra de las piezas fundamentales, ya que es la encargada de transmitir la potencia del motor a las ruedas motrices a través de la caja de cambios. En los coches manuales, el conductor es quien debe engranar la marcha con la palanca de cambios mientras pisa el pedal del embrague. En cuanto a los coches automáticos, como dice la propia palabra, este procedimiento se hace sin la intervención de la persona de forma automática.
Bomba de agua
Dentro del sistema de refrigeración del motor está la bomba de agua, la cual se encarga de transferir el líquido de enfriamiento o calefacción desde el radiador hasta el motor. También contribuye a optimizar el rendimiento del motor y evitar daños por sobrecalentamiento.
La bomba de agua se encuentra ubicada en el bloque del motor y está construida para soportar altas temperaturas. Sin embargo, para evitar que se estropee, se recomienda cambiar la correa de distribución cada 80.000 kilómetros recorridos, ya que esta pieza impulsa la hélice de la bomba. Asimismo, es aconsejable revisar el estado del líquido de enfriamiento y cambiarlo cada vez que se realiza una revisión.
Amortiguadores
Estos elementos están situados en las ruedas del vehículo y tienen la función de absorber los impactos y vibraciones que el coche recibe al circular por una carretera, evitando que estos se transmitan al resto del vehículo. Por todo ello, los amortiguadores son uno de los componentes más importantes para la estabilidad y la seguridad del vehículo, debido a que mejora la maniobrabilidad del vehículo y permitiendo que la conducción sea más cómoda y segura. Al igual que en otros componentes es importante realizar un buen mantenimiento de los amortiguadores, comprobando su estado y asegurándose de que no haya fugas de aceite.
Recuerda llevar un buen mantenimiento de tu vehículo. Si lo prefieres o tienes un problema con la mecánica, acude a nuestros talleres oficiales y deja tu coche en las mejores manos. ¡Ponte en contacto con nosotros y pide tu cita!
Depósito de combustible lleno
Neumáticos con una vida útil mínima de 5 milímetros 
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