Imagina que estás conduciendo por una carretera y te encuentras con una curva. Al girar el volante, en lugar de seguir la curva, el coche tiende a ir hacia el exterior. Esto es subviraje, el fenómeno opuesto al sobreviraje.
¿Qué es?
Es un fenómeno que ocurre cuando conduces un vehículo y, al tomar una curva, las ruedas delanteras pierden tracción y el coche tiende a seguir en línea recta, sin girar lo suficiente. Es como si el coche “se fuera de morro” y no responde a la dirección como se espera. Esta situación puede ser peligrosa y es fundamental comprender sus causas y cómo evitarla.
¿Qué lo provoca?
Puede ser causado por diversos factores como el exceso de velocidad. Al tomar una curva a una velocidad superior a la recomendada, las ruedas delanteras pierden adherencia y el coche no puede seguir la trayectoria deseada.
Otro factor para tener en cuenta son las condiciones de la carretera. Las superficies resbaladizas, como las carreteras mojadas o heladas, reducen la adherencia de los neumáticos, aumentando las probabilidades de subviraje.
Los vehículos con una mayor concentración de peso en el eje delantero son más propensos al subviraje, ya que las ruedas delanteras soportan una carga mayor y pueden perder tracción más fácilmente.
Además, los neumáticos desgastados o con poca presión pierden adherencia y aumentan el riesgo de subviraje.
Una suspensión mal ajustada o amortiguadores en mal estado también pueden afectar la estabilidad del vehículo y contribuir al subviraje.
Si los frenos delanteros están más desgastados que los traseros, puede producirse un desequilibrio en la frenada que contribuya al subviraje.
¿Cómo corregirlo?
Si experimentas este fenómeno, es importante reaccionar de forma rápida y controlada:
En primer lugar, suelta el acelerador. Al soltar el acelerador, reduces la carga sobre las ruedas delanteras y aumentas la adherencia. Es importante que no gires más el volante, ya que esto puede empeorar la situación. Una vez que el vehículo haya recuperado algo de adherencia, corrige suavemente la dirección para volver a la trayectoria deseada.
Recuerda evitar frenar bruscamente, ya que esto puede bloquear las ruedas delanteras y empeorar la situación.
¿Cómo evitarlo?
Para prevenirlo, es fundamental adoptar hábitos de conducción seguros y mantener tu vehículo en óptimas condiciones:
- Adapta la velocidad a las condiciones de la carretera: Reduce la velocidad en curvas, especialmente si la carretera está mojada, helada o con baja adherencia. Cuanto más cerrada sea la curva, menor debe ser la velocidad.
- Anticipa las curvas: Observa la carretera con antelación y ajusta tu velocidad y trayectoria en consecuencia.
- Mantén una distancia de seguridad: Esto te permitirá reaccionar con mayor facilidad ante situaciones imprevistas con el vehículo de delante.
- Revisa regularmente los neumáticos: Asegúrate de que los neumáticos estén en buen estado. Asegúrate de que los neumáticos tengan la presión adecuada según las recomendaciones del fabricante. Revisa el dibujo de la banda de rodadura para asegurarte de que tienen suficiente profundidad. Utiliza neumáticos adecuados para las condiciones climáticas.
- Realiza un mantenimiento preventivo: Lleva tu vehículo a revisión periódica para asegurarte de que todos los sistemas estén en óptimas condiciones.
- Realiza cursos de conducción: Los cursos de conducción avanzada te enseñarán a controlar tu vehículo en situaciones límite y a reaccionar de forma adecuada ante el subviraje y otros peligros.
- Conduce de forma suave y anticipada: Evita aceleraciones y frenazos bruscos que pueden desestabilizar el vehículo.
- Utiliza sistemas de asistencia a la conducción: el control de estabilidad ayuda a corregir el subviraje y el sobreviraje, mejorando la estabilidad del vehículo. El ABS evita que las ruedas se bloqueen durante una frenada brusca, mejorando la estabilidad y la capacidad de dirección.