
Publicado:
31/01/2023
Causas de un motor gripado y cómo evitarlo
Dentro de la mecánica del coche, hay muchas piezas que están en continuo rozamiento, lo que puede terminar afectando a su rendimiento y eficiencia. En estos casos, las rozaduras pueden provocar que las piezas interconectadas pueden dejar de funcionar. Uno de los componentes más complejos del coche es el motor que está compuestos por varios elementos y que necesita estar bien lubricado para evitar esto. Si no quieres sufrir que los problemas de un motor gripado, pon atención al siguiente artículo.
¿Qué provoca el gripado del motor?
La causa principal de un motor gripado es la mala lubricación, pero también puede deberse a la falta de presión. Esto puede aumentar el desgaste de las piezas por el roce. Asimismo, el desequilibrio de las bielas llevará al cilindro a desgastar los lados del pistón.
Sin duda, ésta es una de las averías más graves que puede sufrir tu vehículo. Suele ocurrir en la parte alta del cilindro o en el gripado del cigüeñal, ya que aquí se pueden alcanzar altas temperaturas. Otro de los motivos puede ser la ruptura de la capa de aceite por un fallo en la compresión o en el vaso de expansión. La temperatura evita que el lubricante funcione correctamente entre metales y cree una mala fricción.
¿Cómo evitar el gripado del motor?
En los coches modernos existen sensores que detectan los desequilibrios en las temperaturas y pueden alertarnos del posible gripado del motor.
Sin embargo, lo mejor es saber cuáles son algunos de los síntomas que nos informan del gripado del motor. Es importante revisar periódicamente los niveles de aceite, su temperatura y hacer los cambios pertinentes cuando se indiquen. Para ello, cuando el coche esté frío, antes de ponerlo en marcha, echa un vistazo del aceite mediante la varilla. Por otro lado, mientras conducimos, debemos de atender a la temperatura del coche para evitar un sobrecalentamiento y que pueda provocar una avería grave.
¿Cómo saber si ha gripado el motor de un coche?
La pérdida de potencia o la disminución de la velocidad es uno de los síntomas que indica que nuestro motor está gripado, pero no lo único. Lo principal que puede ocurrir es que notemos que el motor hace un ruido raro metálico o sibilantes al acelerar. Esto también puede afectar a un aumento repentino en el consumo de combustible.
Por otra parte, este problema puede manifestarse a través de un humo blanco o negro saliendo por el tubo de escape o un mal funcionamiento del sistema de refrigeración. Si se detecta alguna de estas señales, es importante llevar el vehículo a un taller para que un profesional revise el motor y determine cuál es el problema. En los coches modernos es muy común que se encienda un testigo luminoso en el cuadro de mandos.
Ante cualquier problema de estos, lo mejor es acudir a un taller oficial como el nuestro y poner el coche en las mejores manos. Si quieres prevenir antes de curar, te recomendamos que revises habitualmente tu vehículo para evitar cualquier problema.
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