¿Qué es el ASR del coche?

¿Cómo funciona? 

Este sistema utiliza diferentes sensores para monitorizar la velocidad de giro de cada rueda. Si detecta que una de ellas gira a mayor velocidad que las demás, lo que indica que está patinando, este sistema interviene para recuperar la tracción. 

Para ello, el sistema puede actuar de dos maneras: 

• Reduciendo la potencia del motor: Esta es la medida más común. Disminuye la potencia que se envía a la rueda que patina, lo que permite que recupere adherencia al suelo. 

• Aplicando los frenos: En algunos casos, también puede aplicar los frenos de forma individual en la rueda que patina. Esto ayuda a que la rueda recupere adherencia y se detenga el patinaje. 

¿Cuándo es útil? 

El Control de Tracción en español, es un sistema de seguridad muy útil en diversas situaciones de conducción, especialmente cuando se busca evitar la pérdida de adherencia de las ruedas y mantener el control del vehículo. 

A continuación, se detallan algunos escenarios específicos donde el control de tracción resulta particularmente beneficioso: 

• Arranque en superficies deslizantes: Al iniciar la marcha, especialmente en superficies con poca fricción como asfalto mojado, nieve o hielo, las ruedas tienen mayor tendencia a patinar. Interviene reduciendo la potencia del motor o aplicando los frenos de forma individual en la rueda que patina, permitiendo un arranque más seguro y controlado. 

• Toma de curvas: En las curvas, las ruedas exteriores del vehículo soportan mayor carga que las interiores, aumentando el riesgo de pérdida de adherencia. Actúa compensando esta diferencia de carga, evitando que las ruedas patinen y manteniendo la estabilidad del vehículo durante el giro. 

• Conducción sobre superficies irregulares: Al circular por terrenos accidentados o con baches, las ruedas pueden perder contacto con el suelo de forma intermitente. El Control de tracción detecta estas situaciones y reacciona rápidamente para recuperar la tracción y mantener el control del vehículo. 

• Maniobras bruscas: En caso de frenazos o giros repentinos, este sistema puede ayudar a prevenir derrapes o pérdida de control del vehículo al modular la potencia del motor y la presión de frenado de forma individual en cada rueda. 

• Condiciones climáticas adversas: Es especialmente útil en condiciones climáticas adversas como lluvia intensa, nieve o hielo, donde la adherencia de las ruedas al suelo se reduce considerablemente. El sistema ayuda a mantener la tracción y la estabilidad del vehículo en estas situaciones desafiantes. 

¿Cuándo se activa? 

Se activa automáticamente en la mayoría de los vehículos modernos. No es necesario que el conductor realice ninguna acción para activarlo. 

En concreto, este sistema se activa en las siguientes situaciones: al acelerar desde parado, al tomar curvas pronunciadas, al circular sobre superficies con baja adherencia o en caso de maniobras bruscas. 

¿Qué pasa si está averiado? 

Si el Sistema de Control de Tracción, está averiado, no podrá actuar para prevenir la pérdida de adherencia de las ruedas en situaciones donde sea necesario. Esto puede aumentar el riesgo de derrapes y pérdida de control del vehículo, especialmente en superficies deslizantes como asfalto mojado, nieve o hielo. 

Concretamente, las siguientes consecuencias pueden ocurrir si el ASR está averiado: 

• Mayor riesgo de pérdida de tracción al acelerar: Al iniciar la marcha, especialmente en superficies con poca fricción, las ruedas pueden patinar con mayor facilidad si este sistema no está operativo. 

• Mayor riesgo de derrapes en curvas: En los giros, las ruedas exteriores del vehículo son más propensas a patinar si el sistema de control de tracción no funciona correctamente, lo que puede aumentar el riesgo de un derrape. 

• Menor control del vehículo en superficies deslizantes: Sobre asfalto mojado, nieve o hielo, la ausencia de este sistema puede dificultar el control del vehículo y aumentar el riesgo de accidentes. 

¿Qué diferencia hay entre ASR y ESP? 

El ASR y el ESP, son dos sistemas de seguridad presentes en muchos vehículos modernos, pero actúan sobre diferentes aspectos de la conducción y tienen objetivos distintos: 

ASR (Control de Tracción): 

• Objetivo: Evitar la pérdida de adherencia de las ruedas motrices, especialmente al acelerar, para mantener la tracción y el control del vehículo. 

• Funcionamiento: Monitoriza la velocidad de giro de cada rueda. Si detecta que una rueda gira a mayor velocidad que las demás (patinaje), reduce la potencia del motor o frena la rueda que patina para recuperar la adherencia. 

• Situaciones donde es útil: Arranque en superficies deslizantes, toma de curvas, conducción sobre superficies con baja adherencia, maniobras bruscas. 

ESP (Control Electrónico de Estabilidad): 

• Objetivo: Mantener la estabilidad del vehículo en situaciones donde puede perder el control, como en curvas cerradas, frenazos bruscos o cambios de dirección repentinos. 

• Funcionamiento: Utiliza sensores para monitorizar la velocidad y dirección del vehículo, la posición del volante y la presión de frenado en cada rueda. Si detecta una pérdida de estabilidad, interviene frenando individualmente las ruedas y/o ajustando la potencia del motor para corregir la trayectoria del vehículo. 

• Situaciones donde es útil: Curvas cerradas, frenazos bruscos, cambios de dirección repentinos, conducción sobre superficies irregulares o con baches.